Si tenemos alguna fotografía antigua que se ha arrugado, roto o se ha estropeado con el tiempo la podemos restaurar usando el GIMP. Para ello usaremos dos herramientas; Clonar y Sanear.
Con la herramienta de Clonar buscaremos y seleccionaremos una parte de la fotografía que este limpia, que no esté dañada, y la podremos usar para arreglar esas zonas que tengan el mismo color. Cuando usemos Clonar no debemos utilizar un pincel muy grande porque si lo hacemos aveces se nota que se ha clonado y queda mal a simple vista así que intentaremos usar un pincel más pequeño y clonar varias veces.
Con la habilidad de Sanear hacemos algo parecido que con Clonar, en este caso lo que hace esta herramienta es clonar esa parte seleccionada pero respetando el brillo de la zona donde la estamos pegando.
Para acabar podemos jugar con la herramienta de niveles para encontrar un color más claro o más oscuro para que la fotografía se vea mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario